El Estado Invisible

EL ESTADO INVISIBLE

Cuadro: El Estado Invisible, pintura acrílica sobre lienzo.

En mi cuadro quiero reflejar el “Estado Invisible” en el que nos encontramos.

Las personas que aparecen en colores translúcidos y de espaldas significan que nosotros estamos rodeados de una sociedad irracional llena de violencia por todos lados que hace que nos dirijamos sin rumbo y sin futuro.

Estas personas están mirando las pantallas pintadas en colores neutros para demostrar que indirectamente  e inconscientemente la publicidad nos manipula y controla nuestros pensamientos. Este control de los medios tecnológicos sobre nosotros lo he querido reflejar con las cadenas que destacan en mi cuadro para resaltar que estamos dirigidos por un estado que no es tangible, no se puede ver, ni tocar, ni oler, ni “meter en la cabeza”, aunque constituye nuestra sociedad.

Entonces reflexionando sobre los textos que he leído; “EL EÍDOS CAPITAL”, quiero que quede reflejado que los que hemos nacido en este estado ni nos planteamos la violencia indirecta, mejor dicho estructural que existe en nuestra sociedad. Porque nuestra sociedad está constituida así: delimita que una persona tenga futuro o no. ¿Qué es lo que define a un obrero o a un banquero?¿Qué es lo que define a un pobre o a un rico? 

Esta forma de sociedad, no es irreal y hace que me pregunte ¿qué es realmente nuestra sociedad moderna? Una sociedad donde desde el principio la riqueza y el poder han estado siempre en manos de una minoría. Esta minoría se aprovecha de la mayoría obrera y busca formas de manipular y entretener a la población, intentando prohibir que las personas tengan su propio criterio.

Al resumir sobre el texto “DOXA vs EPISTEME”, me pregunto : ¿Entonces qué es lo que realmente define a este estado invisible?. El mundo de las ideas define las estructuras de las cosas, pero si las ideas se buscan a partir de la razón ¿por qué nuestra sociedad es tan irracional?

Debido a este estado invisible lleno de una violencia que nos rodea desde los orígenes de la sociedad moderna. Esta violencia es un fenómeno omnipresente y tan difícil de definir como el tiempo, la vida o la muerte. Además atraviesa todos los órdenes de la vida.

Esto me hace cuestionarme si seremos nosotros esos prisioneros encadenados por la sociedad y donde Platón consideraba que la finalidad del estado debería ser la integración de la justicia no la anulación intrínseca de los derechos de la población.

Pero, hasta que no veamos con los ojos de la mente no seremos capaces de razonar la violencia estructural que nos rodea, la cual hace que nosotros seamos obreros y estemos gobernados por una minoría. Nosotros mismos tenemos que liberarnos de las cadenas establecidas y las experiencias,  para tener conocimiento de este estado invisible que nos gobierna y manipula a través de la televisión y los medios tecnológicos para que creamos que “saber vivir” es lo más  placentero en esta vida, aunque sea renunciar a nuestro propio conocimiento.